Tratado de pintura
Leonardo Da Vinci dedicó su vida a la arquitectura, pintura, escultura e ingeniería, es considerado un sabio italiano heredero de todas las aspiraciones artísticas del cuatroccento florentino.
El libro está lleno de múltiples investigaciones que Leonardo hacía a la hora de plantear un dibujo o una pintura, además de sus hallazgos para conseguir un buen cuadro, dependiendo de lo que se quiera representar (escenas meteorológicas, edificios, personas, movimiento...)
En general me han parecido una serie de consejos interesantes, unos bastante útiles, relacionados con la proporción, con la distancia del dibujante respecto a lo que dibuja, composición (lo que vienen a ser las explicaciones de dibujo del natural de un modo más amplio), también sobre la variación de la luz y el color, etc., y otros menos útiles, como por ejemplo, cuando indica como representar niños, ancianos, mujeres (donde dice que han de estar en actitudes vergonzosas, recogidas, con la cabeza baja hacia un lado), ya que son modos bastante clásicos y creo que no hay una manera correcta sino que cada artista puede verlo de una manera diferente.
Una de las cosas en las que insiste bastante es en la importancia de observar del natural, dice que nunca se debe imitar a un pintor, porque entonces se le llamará nieto de la naturaleza en vez de hijo de la naturaleza y con lo abundante y variada que es la naturaleza no hay que acceder a ella por otro maestro sino por uno mismo.
Para mí esa es una buena manera de acercarse a la verdad, creo que no somos conscientes de lo que hay a nuestro alrededor hasta que intentamos dibujarlo, ya que nunca lo hubiésemos mirado tanto. Aun así no tiene por qué ser lo que más alabanza merezca, como piensa Leonardo, ya que muchos autores pueden impresionarnos con lo que sale de su imaginación.
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